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HIDRATACIÓN: CONCEPTO Y ANATOMÍA

HIDRATACIÓN: CONCEPTO Y ANATOMÍA

 

La pérdida de humedad de la piel está asociada a la edad. A partir de los 25 años el contenido hídrico de la epidermis comienza a perderse, un proceso que se acelera por agresiones externas como el humo del tabaco, el alcohol y la mala alimentación así como por permanecer en ambientes demasiado fríos o calientes.

La importancia de estos factores externos es tal que muchas veces incluso las pieles más jóvenes pueden mostrar prematuramente síntomas de deshidratación como sequedad, arrugas precoces, enrojecimientos y granos. La deshidratación es un fenómeno que amenaza a todos, cualquiera que sea la edad y el tipo de piel. 

La piel seca puede ser de dos tipos: atópica o deshidratada. La primera presenta déficit de lípidos debido a un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas mientras que la segunda se caracteriza por la pérdida de agua.   Los síntomas para reconocer una piel que sufre sequedad son inconfundibles: aparece reseca, tiende a la descamación, al resquebrajamiento y a las fisuras, produce sensación de picor y tirantez, se nota deshidratada, y tiende a reaccionar de manera más intensa ante los cambios climáticos bruscos. Ante estas causas hay que evitar agredirla y alterar su pH.  

Anatomía de la hidratación

La función principal de la epidermis es producir el estrato córneo (EC), una membrana selectivamente permeable que nos protege frente a la excesiva pérdida de agua y las agresiones químicas y microbianas.

El EC tiene tres funciones principales: barrera, mecánica y descamativa. La combinación de las propiedades de barrera y sus capacidades de humectación celular son importantes para mantener la flexibilidad y controlar la descamación.Entre los componentes fundamentales del EC destacan las queratinas (proteínas especializadas de la cubierta de los corneocitos), lípidos, proteínas, factor natural de hidratación, desmosomas (estructuras de adhesión especializadas) y enzimas.

Los lípidos del EC contribuyen al mantenimiento de la barrera de permeabilidad al agua. Entre sus componentes destacan ceramidas, colesterol y ácidos grasos. La importancia de la combinación de estos lípidos, más que de su cantidad, ha sido demostrada recientemente.El factor natural de hidratación es una mezcla de aminoácidos, derivados de aminoácidos y sales específicas. Se encuentra sólo en las células del EC y supone el 10% de su peso seco.

El papel del factor natural de hidratación está ligado al hecho de que sus constituyentes son muy solubles en agua e higroscópicos. El factor natural de hidratación es capaz de absorber el agua de la atmósfera, así como del interior de la piel; el agua es un plastificante del EC, previene la descamación anormal y el agrietamiento de la piel. Cuando la cantidad de agua de la capa cornea baja del 10%, hay alerta de deshidratación y la piel pierde flexibilidad y se vuelve aspera.

La función barrera del EC es muy dependiente de las concentraciones y los tipos de lípidos, así como del factor natural de hidratación. Sin éstos, la hidratación del EC no es efectiva, lo que conduce a un fallo mecánico y la piel pierde sus propiedades de suavidad, elasticidad y flexibilidad.Los valores promedio del contenido de agua en la piel son:

•  Piel: 70% (alrededor 8 L en el adulto)

 •  Hipodermis: 20%

•  Dermis: 80%, es el reservorio de agua del organismo.

•  Epidermis: 60-65%

•  Estrato córneo: 10-15% El estado óptimo de hidratación del estrato córneo es del orden del 13%, el cual condiciona las cualidades mecánicas y estéticas de la piel.

Una piel bien hidratada es resistente, flexible y de aspecto agradable, luminosa, suave y lisa al tacto, su hidratación es el reflejo del equilibrio entre los aportes y las pérdidas de agua. Para que se mantenga el equilibrio se requiere: un aporte suficiente de agua endógena y exógena proveniente de la higrometría del aire; la presencia en los corneocitos de sustancias hidrófilas -factor natural de hidratación capaz de captar agua y de mantenerla en las células (AA, a -hidroxiácidos, sales del ácido láctico, urea y otros componentes) -; la presencia de lípidos y emulsión epicutanea de calidad.